Noche de perros

Y ahí estoy yo, alargando una conversación porque sé que eso me distrae del dolor al menos, terminó; vuelvo a ver y a buscar en el cajón una droga que me alivie el dolor, ¿para qué quiero estar sano? si a fin de cuentas la sanidad solamente es síntoma de que se está por enfermarse, no encuentro la maldita y desgraciada droga que busco, rebusco en mis bolsillos, en mi mochila y en un intento desesperadamente cómico las busco en la alacena, al lado de la lata de atún de mañana (y pasado) y una pasta que hace tiempo tengo ganas de preparle a ella. Pero ahora no puedo, ahora simplemente me preocupo de que estoy a unos minutos de que se me sangre la garganta y no encuentro mi tan preciado analgésico, que me quite el dolor y me permita dormir temprano; las once ya, llevo una maldita hora buscando y no encontré nada, me la jugaré con un sustituto, ahora simplemente espero el tiempo para que la pastilla haga efecto, no hay nadie con quien entretener a la mente ni tampoco comida con la cual saciar a mi estómago a estas horas. Empiezo a toser, y el dolor viene acompañado de una hijueputa cólera de no saber si son llagas o una simple inflamación la que me causa este desvelo mental; son las doce y la pastilla nunca hizo efecto, nunca me quitó el dolor, casi bien pude decir que lo aumentó al negarse a bajar por mi garganta, me pregunto que hacen los vecinos y si también están en una situación parecida a la mía, no sé, reconforta saber que otras personas pasan por lo mismo que uno y quien quita que hasta peor les vaya, escucho, no se escucha nada más que el ventilador de mi computadora y los autos pasando a lo lejos; el dolor no disminuye, no disminuyó, mañana toca igual, el día se puede decir que hasta bien si ignoramos las miradas de asco por partes de algunas personas, me dan ganas de decirle "ay mami, como si nunca se hubiera enfermado!" pero me contengo ya que no puedo hablar casi, un cabeceo me saca de mis pensamientos, el sueño finalmente se dignó a aparecer y se irá pronto si no le correspondo con su pedido. Lavo mis dientes, empiezo a toser un poco más y "buenas" noches, pongo la alarma a las 6 y pienso "jueputa, para lo que voy a dormir mejor sigo directo" y cierro los ojos.